Cuidados para evitar el cáncer de piel

En la actualidad, desafortunadamente, la palabra cáncer ya no nos resulta extraña. Todos conocemos a alguien que padece o ha padecido éste problema de salud. También sabemos que la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y por éste motivo no está exento de presentar tumores malignos conocidos como cáncer de piel.

Las personas con pieles claras, ojos claros, pelirrojos o rubios, que tengan muchas pecas y los niños son los más vulnerables al momento de exponerse al sol por lo cual son los que principalmente deben de cuidarse, son los más susceptibles a sufrir Cáncer de Piel.

¿Cuáles son los tipos de cáncer de piel?
Existen diferentes tipos y se dividen principalmente en Cáncer de Piel No Melanoma y Melanoma. Afortunadamente el cáncer de piel más frecuente en el mundo y en nuestro país es el
Cáncer de Piel No Melanoma, específicamente el Carcinoma Basocelular.

Carcinoma Basocelular
>>Está directamente relacionado a la exposición solar; generalmente aparece en zonas expuestas al sol, es decir, cara, orejas, cuero cabelludo, cuello, escote, dorso de manos y de brazos. Es un tumor que crece lentamente y puede variar ampliamente en su presentación clínica. Los pacientes suelen describirlo como “un granito que no se curó, siguió creciendo y comenzó a sangrar” o como “un lunar nuevo que ha ido creciendo”.
>>Por lo general se presenta en la cara y son lesiones inicialmente pequeñas. Afortunadamente el Carcinoma Basocelular rara vez da metástasis (presentación del mismo cáncer en otras áreas del cuerpo de manera simultánea) y el tratamiento quirúrgico es curativo. Existen otras opciones de tratamiento que no involucran cirugías, pero se reservan para pacientes que no pueden someterse a una operación.

Melanoma
>>Es el cáncer de piel más agresivo y letal que existe. En la población latina y mestiza no está relacionado a la exposición solar. Aparece con más frecuencia en palmas y plantas, en los dedos de pies y manos, aunque también puede aparecer en cara; puede derivarse de lunares y puede aparecer en el resto del cuerpo.
>>Este tipo de cáncer inicia como una mancha negra o muy oscura; se presenta de manera irregular, con bordes indefinidos y diferentes intensidades de color. Crece rápidamente y puede ulcerarse, sangrar e inclusive puede presentar tumores en la superficie. Aquí el diagnóstico oportuno es lo más importante.

>>Cuando se detecta en etapas tempranas puede ser
curativo con diversos tratamientos. Afortunadamente es
un tipo de cáncer que está constantemente bajo estudio y
existen terapias nuevas para manejarlo.

¿Cómo se detecta?
>>La revisión de lunares debe ser una rutina. Se debe realizar una autoexploración por lo menos una vez al mes, de todos los lunares del cuerpo. Un lunar que mida más de 5 milímetros, que tenga color muy oscuro o negro, que su color no sea uniforme, que haya aparecido de repente, que de comezón o sangre, es un lunar que debe ser revisado por un Dermatólogo.

¿Cómo se previene?
>>A través de la Fotoprotección. La fotoprotección debe ser tanto física (ropa adecuada, sombreros, lentes) como química (fotoprotectores). El fotoprotector debe aplicarse todos los días 30 minutos antes de exponerse o de salir de casa y reaplicarse cada 4 horas, capa sobre capa, esté o no expuesto. Existen tratamientos dermatológicos que revierten el daño del sol que ya presenta la piel y se basan en el uso de cremas que contienen retinoides o análogos de la vitamina A, así como tratamientos a base de luz pulsada, láser ablativo y no ablativo.

¿Quién trata el cáncer de piel?
>>El Dermatólogo puede identificar las lesiones sospechosas de cáncer en una consulta. Ante la sospecha debe realizarse una biopsia para ser analizada por un Dermatopatólogo. El manejo
quirúrgico de un cáncer de piel lo realiza el Dermato-Oncólogo, que es un dermatólogo especializado en tumores de piel, mucosas y uñas, tanto malignos como benignos. El manejo quirúrgico incluye la extirpación completa del tumor y la reconstrucción del sitio en donde se quitó ya sea por medio de colgajos de piel, injertos, etc. Después de que un paciente ha sido detectado con cáncer de piel y ha sido tratado, debe continuar su seguimiento en consulta para recibir tratamiento preventivo de nuevas lesiones y detectar oportunamente lesiones sospechosas en un futuro.